
Totana aboga por la puesta en valor de la figura histórica de Juan Mariano Areu Crespo
Se trata de un polifacético totanero y reconocido artista emigrado a Argentina
El Ayuntamiento de Totana quiere trabajar, con acciones concretas, en la puesta en valor de la figura histórica del polifacético totanero y reconocido artista emigrado a Argentina, Juan Mariano Areu Crespo, con el fin de reconocer la notabilidad de este personaje muy vinculado a su localidad natal, en cuanto a relaciones personales y su obra, a pesar de la distancia.
Según explican fuentes municipales, Areu Crespo fue pintor, grabador, escritor y escribano; nacido el 20 de mayo de 1909 en Totana y fallecido en Buenos Aires el 14 de febrero de 1989, a los 80 años. Llegó al país en 1927 y se instaló en 1932 en Posadas, donde residió gran parte de su vida (más de 25 años), consiguiendo la ciudadanía argentina en 1933.
La concejal de Cultura, Maribel Rubio, y el profesor y cronista oficial de la ciudad, el historiador Juan Cánovas Mulero, dieron a conocer la figura de este ilustre totanero y la voluntad institucional de contribuir a difundir y prestigiar su trayectoria y creación artística y literaria, tras la encomiable disposición familiar mostrada a raíz de la reciente visita de unos nietos este pasado verano a Totana.
Los familiares, que visitaron Totana durante sus vacaciones y tuvieron un encuentro con el cronista oficial de la ciudad, también le hicieron entrega de algún material personal de su abuelo con temática vinculada a Totana.
Areu Crespo fue director de la Escuela de Bellas Artes de Posadas y profesor en establecimientos educativos en Misiones y Buenos Aires; a la vez que desempeñó, además, su ejercicio profesional como Secretario Judicial en lo Criminal en Juzgados Federales.
Allí formó familia, y desarrolló su profesión, primero como procurador, y después como secretario en los Juzgados Federales. Jamás perdió el contacto con su Totana natal, donde mantuvo sus relaciones con amigos y vecinos de la niñez y la adolescencia.
En el heterogéneo capítulo artístico, realizó exposiciones individuales en Posadas, Capital Federal y otras ciudades importantes del país; obtuvo premios y distinciones provenientes de concursos y sus obras forman parte de colecciones privadas y museos de Argentina, España y Estados Unidos.
Este totanero también destacó en lo literario y dejó como legado la renombrada novela “Bajada Vieja” (1949), “El hombre en la carátula” (1985), “Tierra caliente” (1998), en las que documentó con simbología particular los avatares de la creciente ciudad de Posadas y la dura lucha por la vida en las colonias de Misiones. Allí formó familia, y desarrolló su profesión, primero como procurador, y después como secretario en los juzgados federales.
Además, en su ejercicio como Secretario Judicial en lo Criminal, extrajo temas y personajes para sus novelas de trama policial como El nombre en la carátula, El crimen del pozo, La sota de bastos y Crimen de Olivos, entre otras.
Estableció una trama entre lo pictórico y lo literario en relación a lo social, y cultivó un género artístico innovador para ese entonces, el cubismo.
Pintó paisajes urbanos, de la costa y las fiestas populares cuando nadie lo hacía; y amalgamó las artes plásticas y la literatura de una manera incomparable. Asimismo, actuó como jurado en muestras de arte y realizó numerosas exposiciones en distintas ciudades del país entre ellas Buenos Aires, en el Palais de Glace y en el Museo Eduardo Sívori.
Obtuvo numerosas distinciones, entre otras Segundo Premio Adquisición Grabado en el Salón Municipal Manuel Belgrano y el Premio Catalina Mórtola de Bianchi del Salón Nacional de Grabado y en 1965 Premio Thibón de Libián en el Salón Manuel Belgrano.
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